Gaziantep, frontera de fronteras
Tras abandonar Tarsus bajo una de las peores tormentas que hemos vivido en Turquía, tan solo 4 horas nos separaban en bus de Gaziantep. Allí nos esperaban Marvin y Serkan, una pareja viajera y aventurera que gustaba de moverse en autostop además de disfrutar de las innumerables ventajas del CouchSurfing. Llegamos a Antep como se llamaba la ciudad antaño y como todo el mundo en Turquía la conoce. Lo de Gazi (guerrero victorioso) se lo pusieron después, en el año 1921 como reconocimiento a su valor durante la guerra de la independencia Turca, adoptando el nombre entonces de Gaziantep.
Al principio, el panorama nos pareció un poco desolador… el autobús que nos llevaba desde la estación hasta casa de Serkan pasó por un barrio que parecía devastado… Gaziantep tenía una población de poco más de un millón de personas cuando comenzó el conflicto en Siria… hoy son casi 2 millones, de los cuales se cree que más de medio son refugiados. Hace menos de un año, el gobierno turco para liberar la presión de los casi 4 millones de sirios que habían en campos de refugiados en Turquía, decidió darles permisos de trabajo y residencia a todos y moverse libremente por todo el país. Algo reprochado por muchos y aplaudido por pocos, ya que en las ciudades del este ha provocado un desequilibrio cultural muy grande. Los sirios, árabes y mucho más musulmanes en su mayoría que los Turcos, no tuvieron tiempo de aprender el idioma para facilitar su integración en el momento de la inclusión. Eso, a un país como el turco tan cerrado con lo ajeno, es algo que no gusta. Gaziantep es la capital de los Baklavas, dónde nacieron y dicen siguen siendo los mejores del país… y también el lugar dónde apareció los lahmacun… deliciosos como siempre! Disfrutamos de una gran cena en familia, hablando de viajes y de todo aquello que es importante en la vida de los viajeros: el tiempo, la libertad e independencia del sistema…
Al día siguiente fuimos a desayunar Ketmar, una especie de pide, pero dulce y con pistachos. Y es que en Gaziantep es dónde nació la costumbre turca de comer pistachos. Tan orgullosos están que tienen hasta un instituto del pistacho. El sitio al que nos llevaron es el más famoso de toda la ciudad. Como en todos los sitios frecuentados por locales, el çay es gratis… no dudéis en pedirle al “çayer” que os traiga uno. Igual que podéis coger agua a voluntad si no os la sirven. Las podéis encontrar en otros sitios, pero dicen los locales, que no son iguales porque el horno no es el mismo… Podéis encontrar aquí la ubicación:
A continuación os dejamos un video de cómo se realizan esta especie de crep… que están sencillamente deliciosas!
Ya en el centro, nos decidimos ir a caminar. Visitamos los dos bazares más antiguos que tiene Gaziantep. En uno de ellos encontramos infinidad de zapatos artesanales. Nos comentan nuestros anfitriones con orgullo que los zapatos que llevan en Juego de Tronos están hechos aquí. Los colores inundan los pasillos de uno de los bazares más antiguos que habíamos visitado hasta la época… y es que Gaziantep era una de las capitales de la ruta de la Seda. Prueba de ello es su magnifício Karavaneshi, convertido hoy en día en restaurante como todos los que hemos visto. Pasear por sus calles sin rumbo sería un placer hace años… hoy en día es un poco tedioso por las centenares de veces que te piden dinero por la calle. Aun así, su arquitectura medieval y tosca merece varios paseos.
Se salpican infinidad de mezquitas, todas con la clásica estructura que ya nos parece habitual en las ciudades del este, más alargadas que profundas con un patio vallado rodeado de columnas. Un interior sobrio y menos amable de lo que solíamos ver en otras regiones. Creo que es la ciudad dónde más mezquitas juntas vimos… quitando quizás Amasya donde también la concentración nos sorprendió. Seguimos caminando hacia el castillo. Una ruta fácil bajo un sol de justicia que cada vez era más abrasador. Por suerte, el castillo era gratis y sus anchos muros hicieron que pasáramos dentro más tiempo del necesario para recorrer la exposición que hay montada. Al ser domingo, infinidad de familias se habían acercado.
Tras pasar todo el día paseando y disfrutando de las pocas sombras que encontrábamos, tomamos el tren (1,5TRL si teneis tarjeta) y volvimos a casa a descansar… esa noche cenamos solos, así que aprovechamos para ir a por una sopa de lentejas de esas a las que me he vuelto adicta!
Zaugma Mosaic Musuem
Al día siguiente nos fuimos a ver el museo del mosaico, Zeugma Mosaic Museum… IMPRESIONANTE! Debo ponerlo en mayúsculas… no somos muy asiduos a museos pero este vale muchísimo la pena. Es el museo de mosaicos más grande del mundo. Son los mosaicos que se encontraron en la antigua ciudad de Zeugma, una rica ciudad en la ruta de la seda, que llegó a tener 75.000 habitantes, fundada por uno de los generales de Alejandro Magno. El museo es nuevo, y está muy bien construido: amplios espacios y diferentes puntos de vista para el mismo mosaico. No os podéis perder a la niña zíngara…
Mosaico de una Ménade: cómo crear a una mona lisa
Uno de los mosaicos corresponde a la figura misteriosa de una niña. Si bien no han podido identificar quien es, algunos estudios dicen que es una niña zíngara y otros, que es una de las hijas del benefactor y dueño de la casa. La cuestión, es que se encontró en muy buen estado. Su mirada dubitativa y llena de temor o pena hicieron de ella la más absoluta protagonista del hallazgo. Así, la separaron del conjunto de mosaicos y se expone, sólo su mirada, en una sala oscura y ambientada con música en la segunda planta. Viendo el protagonismo que se le está dando y la forma de exponerla, creemos que fue así como nació la magia y la fama alrededor de la mona lisa… así que, quien sabe, si no hemos sido testigos del nacimiento de la mona lisa de Zaugma… o lo que es lo mismo, de un mito y un misterio imposible de desentrañar.
Os dejamos con las fotos de los mosaicos y esperamos que disfrutéis viéndolas lo mismo que nosotros disfrutamos recorriendo los pasillos del museo.
Como dato curioso, Gaziantep recibe a día de hoy unos 300.000 turistas al año de los que menos del 5% son extranjeros… así que el tema del inglés es complicado y cada vez que veían que nuestro turco no es bueno (sabemos las frases típicas para defendernos en la calle), nos hablaban en árabe asumiendo que éramos Sirios… al decirles que somos de españoles se sorprenden mucho…. Ojo con los precios que al saber que somos turistas es la única ciudad donde han intentado colárnosla con los precios… después de más de 2 meses en Turquía! Así que pedid los precios en Turco y os ahorrareis disgustos a la hora de pagar.
Gazyantep es muy hermoso, caminar por allí es una maravilla!!!, quiero volver!!
Qué razón tienes! Una ciudad preciosa… lástima que el calor no ayudó a disfrutar de las caminatas pero aun así nos encantó!